Para la mayoría de nosotros, ser propietarios de una vivienda es nuestra mayor inversión. Tener una casa propia, también es cumplir un gran sueño. Una casita con jardín o en el campo es sinónimo de autorrealización, independencia y seguridad a largo plazo.
Por ello, a la hora de afrontar la construcción es esencial tener en cuenta los puntos más importantes desde el principio:
Es importante no correr riesgos en la financiación de la obra. Basta con tener una base de capital, una cuenta de ahorro y un préstamo bancario para poder financiar la construcción de la casa. En la financiación, se deben tener en cuenta los costes secundarios y lograr una financiación total para estar preparado ante cualquier imprevisto. Lo más importante es que la financiación sea lo suficientemente elevada como para dejar la casa lista para vivir. Puede consultar las posibles ayudas a la construcción en las instituciones públicas. Muchas veces, la administración ofrece ayudas, especialmente para una construcción eficiente desde el punto de vista energético.
Una buena planificación es imprescindible para construir la casa de sus sueños. Para empezar, hay que buscar el terreno perfecto. En el plan de asignación del suelo se describe cómo y qué se puede construir en un terreno concreto. El plan de ordenación incluye más detalles. El plan de ordenación determina la usabilidad estructural del terreno. Encontrar el terreno adecuado no constituye una tarea sencilla y requiere paciencia y decisiones.
Además, debe tenerse en cuenta la orientación de acuerdo con las direcciones cardinales y donde se encuentra la vía de acceso. Si la carretera discurre en el lado norte del terreno, el jardín puede situarse al sur para disfrutar de una terraza soleada. Si la vía de acceso se sitúa al sur, la terraza o el invernadero se debe construir al lado de la calle para evitar las sombras. Por ello, la ubicación goza de gran importancia.
Se deben tener claras las preferencias personales. Esto hace referencia a la proximidad con los vecinos, la densidad del área de asentamiento, la infraestructura y el entorno. ¿Cómo de cerca quiero vivir de la ciudad? ¿De cuánta naturaleza quiero estar rodeado? Además, la ubicación también desempeña un papel importante en el precio.
Construir una casa lleva tiempo y, por ello, la planificación debe contar con contratiempos. La finalización de la vivienda representa un gran proyecto con muchos pasos pequeños y se debe tener en cuenta que pueden producirse retrasos.
Cada casa de nueva construcción o en venta requiere un certificado energético. Esto depende, principalmente, del tipo de construcción. Se puede construir de manera que se cumplan los requisitos exigidos por la legislación adquirir una casa de bajo consumo de energía o, incluso, pasiva.
Actualmente, en las casas pasivas suelen instalarse sistemas fotovoltaicos que recogen, almacenan y convierten la luz solar en electricidad. Dicha electricidad alimenta la línea central en función de las necesidades y suministra energía a las fuentes de luz y a todos los dispositivos. De esta manera, se puede depender menos de proveedores externos de energía y ahorrar en costes secundarios. Los sistemas fotovoltaicos, un sistema de ventilación controlada y unos materiales aislantes naturales óptimos garantizan un equilibrio energético positivo en la casa, una solución perfectamente sostenible en tiempos de transición energética. Si vive en una zona con agua dura, puede ahorrar energía a través de la dureza del agua.
Además, el aumento de las temperaturas estivales cobra cada vez mayor importancia. Las grandes superficies acristaladas hacia el sur constituyen una gran fuente de luz y calor. En invierno es algo positivo, pero en verano genera demasiado calor en casa. Muchas veces, solo se es consciente de los gastos derivados de estos factores una vez materializada la compra de la vivienda. Además de las cuotas de hipoteca, los costes mensuales de una vivienda unifamiliar no se pueden comparar con los de un pequeño apartamento. Sin embargo, es posible reducirlos con una mayor eficiencia energética.
La planificación a largo plazo también es importante en el suministro de agua doméstico. No conviene pensar en el corto plazo ni olvidarse de los filtros de agua, los ablandadores y el tratamiento del agua para la eficacia óptima de la calefacción. Los filtros de agua, como el filtro de palanca única BWT E1, incluso están recomendados por ley. Se instalan directamente tras el medidor de agua en el sótano e impiden que sustancias extrañas, como arena o partículas de óxido, entren en contacto con el agua potable.
Si vive en una zona de agua dura, los ablandadores, como BWT Perla, le serán de gran ayuda para luchar contra la cal. En BWT, los ablandadores se denominan sistemas de agua perla y extraen las sustancias endurecedoras del agua y la transforman en agua perla de BWT suave y sedosa. La dureza del agua puede variar en función de la región y la cal también puede convertirse en un problema a largo plazo en el suministro de energía. Con los años, las tuberías de agua se calcifican, porque, cuando el agua es dura, circulan anualmente hasta 60 kg de cal a través de las tuberías de una casa unifamiliar. La cal también se deposita en los calefactores o los intercambiadores de calor. Una capa de cal de dos milímetros de grosor puede aumentar el consumo energético en un 20 %. Con un sistema de agua perla de BWT en la instalación, puede contrarrestar estas consecuencias de forma duradera y ahorrar dinero.
Como sabe, los gustos son diferentes y cambian con el tiempo. A la hora de hacer una planificación, no conviene pensar exclusivamente en las preferencias actuales. Con un diseño atemporal, se sentirá cómodo en su hogar pasen los años que pasen. Por lo tanto, resulta esencial contar con un plano flexible. Las habitaciones deben ser versátiles y contar con un acceso sencillo para personas mayores. No olvide tampoco tener en cuenta sus sueños, deseos y la posibilidad de que la familia crezca.
¡Buena suerte durante la implementación!
Marta de www.hellomarta.com